De Avanti a Avante

Por: Natalia Gutiérrez

Una introducción
La Biblioteca Nacional de Colombia ha conservado, gracias a la tarea titánica de la ley de depósito legal, el acervo de prensa más grande y nutrido del país. En este hay miles de periódicos que en principio sirvieron para informar sobre las primicias del día a día. A pesar de haber nacido con la función de inmediatez, los periódicos se mantienen suspendidos junto a otros, entre anaqueles que los conservan marcados con títulos, signaturas topográficas, foliaciones y tapas de cuerina que los camuflan como libros. Estos compendios de periódicos y revistas son tan disímiles entre sí como similares: cada uno nació en un lugar específico, con autores, intenciones y particularidades gráficas propias, pero en conjunto muestran que fueron producto de su tiempo y están atravesados por su contexto. Junto con la radio, la prensa expresada en diversos formatos como boletines, hojas sueltas, periódicos y revistas, fue fundamental para promover los sentimientos sociales, políticos y culturales de la primera mitad del siglo XX en Colombia haciendo uso de las técnicas gráficas de reproducción múltiple y masiva.



Portadilla revista El Hogar, julio 1937, Manizales.

En agosto de 2017 me uní como investigadora al proyecto Piedra, Tijera, Papel dirigido por Juan Pablo Fajardo. La Biblioteca Nacional nos abrió sus depósitos en dos estancias que permitieron hacer un levantamiento extenso de material. En la primera estancia me acompañaron en el levantamiento de archivos los artistas Juan David Anzola y Juan David Montoya. La tarea dentro de la Biblioteca fue sistemática y tenía una dimensión físico-espacial: tomar revistas una a una, periódicos uno por uno, y mirarlos página a página. Al encontrar algo llamativo se registraba para ser procesado y subido al archivo digital web de PTP. Se estableció la prioridad sobre publicaciones poco conocidas y prensa regional entre las cuales aparecieron tesoros, muchos de pocas ediciones, producidos a lo largo y ancho del territorio.

De las mejores cosas que tiene detenerse a ver archivos es que nos permite traer el pasado al presente, y una vez ello ocurre las cosas de ese pasado-presente empiezan a manifestarse en nuestro entorno. Fuimos y volvimos varias veces a las publicaciones de la Biblioteca, que resonaron con otros archivos y tipos documentales que han nutrido PTP. Hemos mirado, estudiando y vuelto a mirar cientos de materiales para sorprendernos, analizar e hilar cuidadosamente un archivo de fuentes primarias sobre las expresiones gráficas en el siglo XX en Colombia. Una fracción de esa investigación, de los encuentros y de las conversaciones se desarrollan en este escrito, poniendo el foco en la prensa política de las décadas treinta y cuarenta.

1935-1948

Desde su fundación, Colombia ha estado dividida entre bandos. Algunas de las expresiones de su bipolaridad política se encuentran consignadas en la prensa. En las publicaciones periódicas entre la década del treinta y cuarenta es visible el énfasis sobre el panorama político del país ligado al clima global, principalmente europeo, del que Colombia no estuvo ajena.  La tipografía producida en este espécimen propone la reunión de una familia disfuncional que aunque muchas veces rival está atada por su contexto.

En 1935, el entonces senador de la República y futuro presidente, Laureano Gómez, publicó El Cuadrilátero, un libro que reunía las biografías de Hitler, Mussolini, Stalin y Ghandi. Gómez incluyó en la biografía de Mussolini el juicio bajo el cual fue expulsado del Partido Socialista Italiano que lo llevó a su redireccionamiento político. Según Gómez: “La declaración de la guerra [Mussolini] la encontró en la dirección de Avanti1 2, y como director del periódico declaró desde allí su postura frente a la participación de Italia en la Primera Guerra Mundial, lo que causó diferencias con el Partido Socialista. En 1914, Mussolini se retiró de la dirección de Avanti! y fundó Il Popolo d’Italia. Los periodistas de Avanti!, y otros miembros del Partido, encontraron la fundación del nuevo periódico como una afrenta, con la idea de que había tomado el dinero de Avanti! para fundar su nuevo periódico.

El 25 de noviembre de 1914, Mussolini fue citado a una asamblea en la que fue expulsado del Partido. La salida de Avanti! y la fundación de Il Popolo d’Italia marcaron una transición entre los ideales de este dictador. Desde su periódico promovió ideales de guerra y el enfrentamiento a los partidos liberales. El 1 de mayo de 1925 escribió: “El estado liberal es una careta detrás de la que no hay ningún rostro. Es un andamio detrás del cual no hay ningún edificio. Hay fuerzas; pero ya no hay alma. Llegó al límite de la vergüenza y el ridículo.” 3




Primer número de Somaten!: al servicio de la extrema derecha colombiana, 21 de mayo de 1937. Dirigida por Alonso Pinzón, Enrique Gómez, Francisco García. Bogotá, Editorial Óptima.

Primera página de Tierra N. 183, 2 de diciembre de 1938, Bogotá.

Los ideales fascistas llegaron a Colombia y encontraron en la prensa un lugar de promoción y debate. El 21 de mayo de 1937 se publicó el primer número del periódico bogotano Somaten!: al servicio de la extrema derecha colombiana. En un costado del cabezote, sin citar las palabras de Mussolini,  agregaron una frase: “El Estado liberal, realizado por todos los partidos colombianos, es una careta detrás de la cual no hay ningún rostro. Es un andamio detrás del cual no hay ningún edificio (…)” 4.  El grupo de extrema derecha colombiana se apropió de las palabras publicadas una década antes en otro periódico.

La primera página de Somaten! también incluyó el texto titulado “Los mentores” en el que se señaló el apoyo al grupo de jóvenes que fundaban el periódico como un espacio de enunciación política para promover los idearios de la extrema derecha:

EXCMO. SR. JUAN MANUEL GONZÁLEZ, ARZOPISPO (…) – Yo considero que la Extrema Derecha Colombiana es una tendencia social, nacionalista y autoritaria que tiene un carácter genérico y universal. Ahora bien: es verdad que la Extrema Derecha en su realización en determinados países, y en lo que se refiere a la aplicación de sus programas estatales y nacionalistas, ha exagerado y se ha desviado hacia las teorías totalitarias hegelianas condenadas por la Iglesia. Pero ello no ha sucedido en todos los países donde la Extrema Derecha impera (…). En cuanto a condenar la Extrema Derecha Colombiana, me parece ello torpe e injusto. Aún más: si ustedes realizan, como dicen, las doctrinas sociales, patrióticas y estatales del catolicismo (…), yo como obispo católico, no solamente no los condeno sino que los apoyo, los defiendo y los bendigo. En definitiva, yo sí encuentro justificado en Colombia un movimiento que, prescindiendo de los partidos y respaldado por la autoridad suficiente, labore en forma católica en pro de las masas proletarias y de la nacionalidad. 5


Primera página de El Tábano, 10 de agosto de 1935, Imprenta Márquez, Cali.

Primera Página Avante, 28 de agosto de 1948. Editorial El Liberal S.A., Bogotá.

Primera página Unión Liberal: El Semanario para Todo el País, 5 de septiembre de 1935, Talleres Mundo al Día, Bogotá.

Portada de La Tradición, Medellón, 1937.

En la parte inferior de la primera página, bajo el título “Los realizadores”, se reprodujeron los retratos de Mussolini, Franco, Von Schuschnigg, Hitler, Salazar y el logo de la Extrema Derecha Colombiana: una cruz griega de color negro con el rostro de Simón Bolívar en su centro.

En la década del treinta surgieron también publicaciones periódicas conservadoras con tintes de extrema derecha como El Obrero Católico (Medellín), El hogar (Manizales), Colombia Nacionalista (Medellín), Derechas (Bogotá)6,  Flecha azul: por Dios y por la patria (Bogotá) y La Tradición (Medellín). Esta última, al igual que El Cuadrilátero, tuvo en un comienzo la intención de mediar dentro del conservadurismo los ideales fascistas de los jóvenes del partido. Sin embargo, para la octava edición, la revista ya contaba en su carátula con el logo de la Extrema Derecha Colombiana, y para su vigesimoquinta, la imagen de la cruz griega tenía superpuesta la silueta de un cuerpo con el brazo haciendo el saludo fascista.

Hubo publicaciones periódicas que cuestionaron los planteamientos con tintes fascistas, como Unión liberal (Bogotá), El tábano (Cali), El Sol (Bogotá), Acción Liberal (Bogotá) y La lucha (Fusagasugá) adscritas al liberalismo, al igual que

aquellas con una visible influencia del comunismo soviético como Tierra (Bogotá), El Látigo (Manizales) 7, Tipos (Bogotá) 8 y El bolchevique: Órgano Central del Partido Comunista (Bogotá). En contraste con los clisés importados y los papeles finos de alto gramaje y calidad de la mayoría de las publicaciones de derecha, las publicaciones adscritas al comunismo muestran una limitación de recursos materiales compensados con la riqueza en sus apuestas gráficas. La atención a la gráfica es visible en El bolchevique, donde invitaron a otros periódicos a enviar sus clichés tipográficos para incluirlos como insertos:

En cada edición de EL BOLCHEVIQUE aparecerá un cliché del mejor periódico de los que hayan llegado a nuestra redacción (…). En la apreciación de los órganos mimeografiados será un factor de consideración la técnica, es decir, la presentación atractiva; la composición fácil de leer, aun por los obreros más atrasados, sin pases complicados de una página a otra; la ilustración; la brevedad de los artículos. También influirá en la estimación el mérito de su contenido. Un periódico bien nutrido de las necesidades de las masas, repleto de hechos de fábrica, que refleja fielmente el momento revolucionario (…).9

Los préstamos de información entre  periódicos y revistas eran comunes y muestran que en el entorno editorial había redes de intercambio posibilitadas por los medios de reproducción. Otro de estos se ve, por ejemplo, en El Látigo publicado el 27 de marzo de 1937 con el título “Laureano Gómez falangista”.

En este se señaló a Gómez de participar en la inauguración de la Casa Nacionalista Española en Bogotá, que identificaron como “una Casa Fascista Internacional”. Al final del artículo aparece la firma “De Tierra”, haciendo referencia a su origen. Estas prácticas se pueden asociar con las actuales en las redes sociales, donde se re-publican contenidos construyendo tejidos entre grupos que por lo general abogan un mismo tema. Entre los tránsitos dentro de la prensa también se ve la participación de artistas que allí navegaban. Tal es el caso de Santiago Martínez Delgado, Rinaldo Scandroglio, Sergio Trujillo Magnenat, Gonzalo Ariza y Efraím Gómez Leal.

El 7 de noviembre de 1934, El Bolchevique publicó una edición extraordinaria dedicada al aniversario de la revolución rusa. Este periódico, que hacía uso del linóleo para sus cabezotes e ilustraciones, invitó a tres artistas activos en la escena local. En la primera página de esta edición se compartió su colaboración:

Por conducto de la Sociedad de amigos de la Unión Soviética los artistas Gonzalo Ariza, Sergio Trujillo y Gomer Medina han contribuido a la conmemoración del XVII aniversario de la revolución rusa ilustrando nuestra edición con cuatro grabados revolucionarios. Prendida en ellos la inquietud de la hora histórica que les ha tocado vivir, los tres jóvenes pintores hacen de su arte, en esta ocasión, arma al servicio del movimiento de las masas explotadas, interpretando sus más íntimas palpitaciones, y arremetiéndose de lleno contra el postulado burgués y retardatario del ‘arte por el arte’ al servicio de un mundo que parece aniquilado por sus propias iniquidades. La ola revolucionaria penetra en los sectores vecinos de la clase obrera y mueve en ellos las sensibilidades más finas. El tributo de Ariza, Trujillo y Medina a la ‘patria del proletariado mundial’ es indicio sintomático del ritmo ascendente que cobra el movimiento revolucionario en Colombia”. 10


Tira de prensa, Juan Pueblo de Efraím Gómez Leal en Tierra, mayo 1938, Bogotá

Primera página de Tierra, N. 168, 6 de agosto de 1938.

El Bolchevique, primera etapa. Director Luis Vidales, agosto 4 de 1934.

Primera página Derechas, julio 1948, Editorial El Liberal, Bogotá.

El Guante N 55, 10 de febrero de 1936. Imprenta Márquez, Cali.

Detalle de El Bolchevique, 7 de noviembre de 1934. Edición extraordinaria con linóleos de Gomer Medina, Sergio Trujillo Magnenat y Gonzálo Ariza.

Detalle de El Bolchevique, 7 de noviembre de 1934. Edición extraordinaria con linóleos de Gomer Medina, Sergio Trujillo Magnenat y Gonzálo Ariza.

Detalle de El Bolchevique, 7 de noviembre de 1934. Edición extraordinaria con linóleos de Gomer Medina, Sergio Trujillo Magnenat y Gonzálo Ariza.

El grabado de Ariza aludió al trabajo del campo: una figura central sostiene una hoz y con su gesto parece avivar a un grupo de campesinos que están en un segundo plano. Al fondo se ven las líneas del campo arado y tres personas trabajando la tierra. El dibujo de Trujillo se tituló Peso muerto y tuvo como tema ‘la opresión de la burguesía sobre los campesinos’. Dibujó a un hombre, rodeado del símbolo pesos, acostado sobre dos campesinos doblados mientras trabajan la tierra y en un costado un hombre ahorcado. En el caso de Medina, dibujó un hombre frente a una gran llanta, atizando una revuelta con una antorcha en la mano. En la parte inferior del grabado se lee “Huelgas!”.

El comunismo soviético es visible en Tierra en su contenido y en su forma. La manera en la que fue diagramada la publicación puede leerse en clave constructivista. Los contenidos se expresan como bloques que pueden sumarse o restarse y que pueden desplazarse dentro de una estructura base. Es así como vemos casos en los que el cabezote termina casi por completo en la parte inferior de la página, pues ha sido desplazado por otros textos o imágenes, trastocando la jerarquía comúnmente utilizada en la prensa.

Tierra destaca por su apuesta gráfica impactante en la que texto e imagen se compaginan. Es llamativo de Tierra el uso del formato completo a la manera de afiche, con imágenes antifascistas como la publicada en 1938 en la que un hombre sostiene la culata de una escopeta y la empuña contra una esvástica, y con la otra mano se apoya en el texto que dice “España defiende la libertad del mundo”.  Tanto texto como imagen están íntegramente unidos en la composición. La edición fue acogida en varias ciudades de Colombia donde circulaba el periódico, de la que se comentó, por ejemplo, desde Girardot:

Los doscientos ejemplares de TIERRA que enviaron fueron pocos, pues se vendieron rápidamente y aún quedaron amigos nuestros sin él. Todo su material está excelente, claro, de fácil comprensión, doctrinario, educador, y coloca nuestro órgano como el más avanzado periódico anti-conservador y anti-fascista. Es la expresión honrada, sincera de la democracia colombiana alertándola sobre los peligros que nos asechan.11

Luis Efraím Gómez Leal fue el ilustrador, director artístico y administrador durante el segundo periodo de Tierra (1937-39). Allí desarrolló también Juan Pueblo, una tira de prensa que amplió los ideales del periódico de manera didáctica, humorística y crítica. En las viñetas el personaje Juan Pueblo reaccionaba frente a los hechos recientes del país, convirtiéndolo en símbolo y ejemplo del partido. Algunas de estas resuenan, como la de mayo de 1938 del paro estudiantil: 

La huelga de los estudiantes que no querían revisión, fue acaparada por gentes de oscura reacción. Monseñor y don Laureano lo mismo que otros fascistas, manejaron de la mano a los muchachos huelguistas. En Pasto les dieron armas para el gobierno atacar, creyendo que con alarmas los iban a derrocar. Mas Juan Pueblo siempre alerta velando por la nación, al estudiante despierta contra la reacción.

A pesar de su contundente trabajo en Tierra, poco se conoce de la producción de Luis Efraím Gómez. Se intuye que pudo ser hermano de Alejandro Gómez Leal, artista y profesor de Escuela de Bellas Artes. El trabajo de L. E. Gómez quedó consignado en la prensa. En una corta nota de homenaje publicada en Tierra podemos imaginar su carácter:

Hombre dotado de extraordinaria sensibilidad, supo captar un día dentro de su espíritu inquieto la palpitación de la gleba y el ritmo universal de la hora presente, en que una humanidad se apresta a la tarea histórica de transformar su epidermis en un inmenso afán universal de justicia y libertad. Por eso para él la cantinela atrofiada de “el arte por el arte” no pasa de ser embeleco de escritores o artistas estratosféricos, forjadores de pompas de jabón para deleite de modistillas y bohemios de cafetín, pero sin proyección en el espacio y en el tiempo. Colocado, pues, al lado opuesto de la barricada, hace de su ariete con que golpea a los enemigos del pueblo: un martillo con que ayuda a cincelar, en la medida de sus fuerzas al hombre del futuro. Las ilustraciones de Gómez Leal, su “Juan Pueblo”, sus linóleos, son armas de grueso calibre en las trincheras de TIERRA (…).12

La nota nos señala el interés de que el trabajo de los artistas estuviera encausado hacia las causas sociales, al igual que una convicción que desde la prensa, construida tanto desde el texto como la imagen, era un terreno para defender los ideales políticos: la prensa como trinchera.

En septiembre de 1939, la revista Estampa, dirigida por Jorge Zalamea, sacó la publicación semanal Estampa en la Guerra, que tuvo como propósito informar a Colombia, haciendo uso de su asociación con corresponsales de noticias y fotografía norteamericanos, sobre la Segunda Guerra Mundial. Los debates que se habían visto a comienzos del treinta en la prensa colombiana cambiaron de tono con el estallido de la guerra. El miedo penetraba Colombia y así se vio en el comunicado del primer número de esta revista: “El viejo mundo ha comenzado a arder. La crisis temida que trataron de paliar los hombres de Estado responsables, ha estallado el día 1 de septiembre.  El mundo está ante la mayor de las catástrofes que registró la historia (…)”13. Junto a la nota editorial, la columna La guerra vista desde Bogotá, se preguntaba por una Bogotá bajo guerra: “Las primeras impresiones, sorpresa aplastante, nerviosidad, sometimiento a las circunstancias. Si un avión hubiese volado de noche sobre Bogotá que hubiera ocurrido?”14. El panorama de Bogotá cambiaría especialmente en 1948.

El 9 de abril de 1948, el periódico Jornada, que había sido fundado en la capital cuatro años antes como órgano difusor del gaitanismo, se vio en luto junto a cientos de personas en Colombia. En 1948  también se fundó Avante, periódico que apoyó la presidencia de Mariano Ospina Pérez y al Partido Conservador. Aunque su nombre resuena con Avanti!, no tuvieron  directa relación, más allá de los posibles entramados de la historia y la prensa.

La expresión Avante, consignada en el título, retoma el ideal político, aparentemente universal, de que el progreso es ir hacia delante. El himno Bandiera rossa (Bandera roja) de finales de siglo XIX, que en su coro clama “Avanti popolo con la riscossa (Adelante gente, a la revuelta)” fue difundido, transformado y reutilizado de acuerdo a los usos políticos de quienes lo cantaban. En las manifestaciones de 2021 en Colombia se ha escuchado el canto “Parar para avanzar, viva el paro nacional”. Avanti, avante, avanzar… tan antiguo como actual, y henos aquí caminando en círculos. Los periódicos, guardados entre anaqueles, retumban.

  1. En 1896 se había impreso en Roma el primer número de Avanti!, el periódico disfusor del partido Socialista de Italia considerado uno de los más importantes en el desarrollo de la política de dicho país.
  2. Laureano Gómez, El Cuadrilátero, Bogotá: Editorial Centro, 1935, p.27.
  3. Ibídem.,p.59.
  4. Somaten!, Bogotá, mayo 21 de 1937.
  5. Ídem.
  6. Periódico de la Acción Nacional Derechista.
  7. No confundir con El Látigo: Semanario Conservador de Cartagena.
  8. Órgano del sindicato de artes gráficas de Bogotá.
  9. “El mejor periódico en mimeógrafo” El Bolchevique, Bogotá, agosto 4 de 1934, p. 1.
  10. “Colaboración artística”, El Bolchevique, Bogotá, noviembre 7 de 1934, año 1 No. 33, p. 1.
  11. “Conceptos sobre nuestra edición antifacista” en Tierra, marzo 1938, p.7.
  12. “Las Ilustraciones de tierra” en Tierra, mayo 27 de 1938, p. 14.
  13. Editorial Bolívar, “Estampa den la guerra” Estampa en la guerra, Bogotá, 6 de septiembre de 1938, p. 3.
  14. Lucio Duzan, “La guerra vista desde Bogotá” Estampa en la guerra, p.3.

Natalia Gutiérrez Montes es artista e historiadora del arte. Ha desarrollado distintos proyectos sobre cultura y arte en Colombia teniendo como herramienta el trabajo de archivo. Ha participado en los archivos ARCA ( Arte Colonial Americano), Por las galerías: atlas de galerías y espacios autogestionados en Bogotá 1940- 2018, Piedra Tijera Papel, Gráficas Molinari y el archivo de Beatriz González.